“La aceptación y el valor no puede dártelo la gente, tú mismo tienes que dártelo. No permitas que nadie marque tu corazón”
– Bernardo Stamateas
Las heridas del alma son producto de experiencias pasadas y necesidades no suplidas en la infancia, surgen de la amargura y falta de perdón. Cuando esto queda en nuestra mente y emociones es muy difícil de manejar, sus raíces son profundas, y afectan a la persona y familia.
Las heridas de la infancia son cinco:
- Rechazo
- Abandono
- Humillación
- Traición
- Injusticia
De estas cinco heridas todos tenemos mínimo cuatro, todas estas heridas nos han afectado a lo largo de nuestra vida, tenemos que curar nosotros nuestras heridas para poder ayudar a nuestros hijos y familia. Desde el vientre materno se despiertan estas heridas, el alma ya sabe que viene a este mundo a trabajar, con alguna situación que pase en tu vida se despiertan estas heridas. El cuerpo siempre habla y tienes que empezar a escucharlo y trabajar en ti.
Hoy te voy a hablar específicamente de la herida del rechazo que es la más dolorosa y profunda. El rechazo es lo opuesto al amor propio, te consume y te mata. En la práctica de la psicoterapia lo vivo a diario, con jóvenes que viven el abandono del hogar de un padre ausente y en su interior sienten que su padre nunca los había amado, sus expectativas de tener un padre que los amara y estuviera a su lado se esfumaron, sintiendo en carne propia la soledad, rechazo y temor.
Un caso reciente en mi consultorio es de una joven que se sentía atormentada, sufría de fuertes dolores de cabeza, pensamientos negativos y culpabilidad ocupaban su mente. Teniendo una opinión pésima de sí misma, al sentirse rechazada por el padre, sintiéndose infeliz y vacía por dentro.
La pregunta era: Si mi padre no puede amarme, entonces ¿Quién podría?
Así que esta joven al ir pasando el tiempo veía muy lejano que alguien pudiera amarla y respetarla. Esta joven como muchas otras han sufrido en carne propia la herida del rechazo, cayendo en promiscuidad, sus relaciones con hombres efímeras, ella no se sentía amada, ni creía que alguien la amara realmente. Y toda esta situación le dejaba un gran vacío y soledad, su imagen estaba devaluada.
El primer paso es dejar a un lado todo, y enfrentarse a sí misma, aceptarse y darse el regalo de experimentar amor y aceptación. Los padres que han recibido rechazo generalmente comunican rechazo a sus hijos, creando un vacío que los destruye y paraliza emocionalmente. Este vacío creado por el rechazo y los pensamientos de autorechazo, que no es lo mismo, atormentan constantemente con una imagen totalmente negativa de si misma, soledad, depresión, perdida del interés por todo.
Mencionaré algunas consecuencias del rechazo como incapacidad de dar y recibir afecto, inmadurez emocional y relaciones poco duraderas. El amor, la aceptación y la aprobación, son necesarios para crecer emocionalmente. El vacío creado por el rechazo, puede ser la causa de que una persona se esfuerce por lograr el éxito a cualquier costo, ser el mejor en su campo de acción, destacarse, lograr renombre, se vuelve una fuerza impulsora interna, que algunas veces cuando la dedicación es extrema a un trabajo o carrera, puede ser indicio de un vacío interior.
Otros tratan de llenar el vacío con placer y auto gratificación, el comer en exceso puede ser un problema, hay quienes llegan a estar involucrados en actividades extras, tales como deportes, juegos, bebida, etc. Muchos se vuelcan a la vida social para llenar ese vacío de modo tal que la popularidad y el reconocimiento llegan a ser los objetivos más importantes, otros en el sexo, en su desesperado intento de llenar ese vacío. Algunas personas recurren a la religión para encontrar un sitio donde sentirse necesitados, ocupar una posición y sentirse útiles, todo esto con el intento de llenar ese vacío interior.
Las personas tienden a protegerse de mayores daños, levantando murallas alrededor de ellas, se refugian detrás de ese caparazón, pero aun así, siguen sintiendo soledad, temor e inseguridad. Siempre necesitando el amor de alguien más.
En este mundo de prosperidad y materialismo creemos que como padres estamos dando amor a nuestros hijos, pero no es asi, hoy los niños y adolescentes están sufriendo el rechazo más que nunca. Los padres están tan ocupados ganando dinero y proveyendo las necesidades de la familia, debilitándose asi la comunicación y el dialogo con nuestra familia. El rechazo comunicado por los padres destruye la autoestima propia, y los lleva a perder toda motivación en la vida, un padre inteligente debe saber que la autoestima de los hijos nunca debe ser destruida. La disciplina siempre debe ser con amor.
Las personas fueron creadas para recibir amor, respeto y aceptación. Cuando esto no sucede se priva a la persona de amor, seguridad, identidad y reconocimiento que son necesidades básicas de todo ser humano. Si fuiste rechazado o un padre que comunico rechazo a sus hijos, aún estas a tiempo de enmendar tu vida y tus relaciones familiares, busca apoyo, herramientas, libros y ayuda profesional que te lleven a trabajar y sanar heridas para alcanzar tu desarrollo pleno en esta vida, que es la única que tenemos. ¡Vívela!
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Con todo mi cariño
Ena Barrera